viernes, 16 de julio de 2021

El agua es vida

 Uno de los aspectos más importantes para la salud es el volumen neto de agua que ingerimos cada día. Se puede calcular, más o menos, sumando el agua que bebemos al agua que contienen los alimentos que tomamos. Cuidado con los alcoholes, que le quitan agua al organismo y, en lugar de sumar, restan (y mucho).

 ¿Cuánta agua debemos tomar?. Depende de muchos factores: edad, peso, ejercicio físico, ... Pero, un mínimo, estaría alrededor del litro y medio de agua diario.

En general, la gente vive permanentemente deshidratada, a uno u otro nivel. Y esto tiene consecuencias muy importantes.

Como siempre que el cuerpo no recibe lo necesario para vivir, necesita tomar decisiones drásticas que, en el caso del agua, tenemos que entender muy bien.

 Todas las células del cuerpo necesitan, siempre, agua. La sangre es agua. Sin agua, los pulmones, la garganta, la nariz, no están bien hidratados y no cumplen bien su función.

 Pero, y es algo que todo el mundo olvida, el agua también es el vehículo, imprescindible, para la expulsión de toxinas del cuerpo. Repito. Imprescindible.

Unos pulmones hidratados son capaces de expulsar correctamente los tóxicos que les llegan (tosiendo, estornudando). Pero, también, el agua es el camión de la basura que arrastra todos los tóxicos que encuentra por todo el cuerpo para llevarlos a la puerta de salida y eliminación principal del cuerpo. El colon.

 Cuando el cuerpo no puede eliminar, por falta de agua (o fibra), los tóxicos que le hacen daño, debe "encerrarlos" rodeados de grasa o de colesterol y llevarlos (siempre que puede) hacia los sacos linfáticos .

 Y allí se quedan, con el peligro de fugas hacia el resto del cuerpo, hasta que esta grasa se elimina y hay suficiente agua para arrastrarlo a la salida.

 La consecuencia de la reapertura de estas cápsulas de grasa con tóxicos (por ejemplo, cualquier medicamento) en su interior, es muy importante. Porque representa volver a llevar al torrente sanguíneo, de golpe, un volumen de tóxicos muy importante. Podríamos decir que una persona que libera grasas de su cuerpo, está liberando parte de su historia fisiológica.

 Y, como siempre digo, el cuerpo siempre hace lo que tiene que hacer.

 Por ejemplo, una persona que ha ido perdiendo peso, liberará grasas del pasado. Pero, estas grasas y los tóxicos que contengan, no pueden ser expulsados ​​sin que haya suficiente agua. Esta es la razón por la que alguien que no bebe suficiente agua no se puede adelgazar correctamente.

 Durante el período en que no tomamos agua, el cuerpo no puede eliminar residuos. Es por ello que, cuando volvamos a tomar agua con normalidad, el cuerpo "aprovecha" la ocasión y nos puede llegar a provocar una eliminación masiva (tal vez con diarrea incluida), que es perfectamente normal. No hay nada peor que tomar cosas para frenar una diarrea. Lo que se debe tomar es más agua y sales minerales. Una diarrea es un síntoma de eliminación masiva de residuos y es muy sana. Sólo hay que frenarla cuando dura demasiado. Ojo, que puede venir provocada por algo que hemos ingerido recientemente y que el cuerpo rechaza inmediatamente. Frenar la diarrea es frenar la eliminación de tóxicos del cuerpo. Pero sí es importante entender por qué se produce.

Y no olvides todas las funciones energéticas, y de batería del cuerpo, de las que ya os he hablado respecto al agua.

 En definitiva, todo lo que está vivo, tiene agua. Que es lo que quiere decir "bios" en griego.

miércoles, 30 de octubre de 2019

Teoría sobre la depresión y otras derivaciones del estrés crónico/ansiedad

Estoy profundizando en mi teoría sobre el origen de la depresión y otras derivaciones del estrés crónico/ansiedad.

Esquematizando: el "trauma" infantil originado al no recibir de los padres amor incondicional, basado en el hecho de que un niño, que nace originalmente asumiendo que se merece ser amado haga lo que haga (hasta que los adultos estropeamos esta convicción), reacciona a esto de maneras diferentes y, por tanto, causa diferentes reacciones en su cuerpo, al tiempo que, como cada cuerpo es diferente, las reacciones de su cuerpo difieren en función de la fisiología propia (sea heredada o no de los padres) y, por tanto, de la mayor suficiencia o carencia de ciertos componentes químicos u hormonales.

Respecto al amor incondicional, debemos partir del hecho de que, en nuestra sociedad, la prioridad del tiempo dedicado respecto a los niños es, casi, inexistente. Quiero decir que la mayor parte de padres quieren lo mejor para sus hijos, pero no parten de que sus hijos necesitan, fundamentalmente, amor y presencia. El amor que les damos, nos lleva a preocupaciones por su futuro y, por tanto, a trabajar mucho para llenarlos de cosas que nosotros creemos necesarias (y no digo que, en algunos casos, no lo sean). Pero estos esfuerzos derivan en poco tiempo de atención a los niños y, casi siempre, en errores graves de nuestro comportamiento.

Retomo un ejemplo típico. Cuando a un perro le sueltas un "No" en el momento que va a tocar una estufa que quema, el perro se detiene y lo entiende. Pero, ojo, sólo funciona si lo hacemos en el mismo momento. Reñirle 1 minuto después ya no funciona. Por que se mueve en un mundo de presente. Lo que yo estaba haciendo ahora, tal vez no es bueno y tengo que corregirlo. Lo mismo le pasa a un niño pequeño. Ahora bien, si a continuación, porque estamos nerviosos o cansados, seguimos enfadándonos, el perro (y el niño) ya no lo entienden. Y, en el caso del niño, a fuerza de repetir estos hechos, se implanta un mensaje: "Si mamá/ papá sigue enfadada conmigo y no estoy haciendo nada, quizás es que soy malo, porque la hago enfadar incluso cuando no hago nada ".

Antes de entrar en más "clasificaciones" hay que recordar que, aparte del "carácter" de cada uno, está el "carácter" de las otras personas con las que interacciona (que influye, y mucho, en la combinatoria de comportamientos resultantes) y, también, lo que podríamos llamar "creencias" (que acaban formando parte de la forma de ser). Para ponerlo en el ámbito de las relaciones padres-hijos, es obvio que la vida de cada uno influye en lo que cree que es amar. A unos padres que han pasado una guerra y les ha faltado lo más elemental (y se han sentido, por tanto, "abandonados" también por sus padres), trabajar como negros por el futuro de los hijos les parecerá la máxima expresión de amor , aunque los hijos no lo terminen recibiendo así. Tanto es así que hay unas afirmaciones que cuadran bastante (demasiado) con este hecho. Los padres se pasan la vida esperando que los hijos les den las gracias y los hijos se pasan la vida esperando que los padres les pidan perdón.

Dejando de lado los rarísimos casos de niños que han recibido amor incondicional, nos encontramos con dos grandes grupos:

- Los niños que no se sienten queridos por sus padres
- Los niños que se sienten abandonados por sus padres

Empezamos por el segundo grupo. Aquí encontraremos los niños que, además de no sentirse queridos por los padres, se han sentido abandonados por ellos. Simplificando, a estos niños los padres no les han procurado (aunque sea por que no han podido) la protección básica: han pasado hambre, han pasado miedo, han sentido que a sus padres no les importaba lo que les pasara. Estos niños, desarrollan comportamientos muy destructivos en las relaciones, porque han aprendido que los padres, que son los que como mínimo les han de amar, no sólo no se les han amado, sino que, además, no les han procurado el mínimo soporte para que puedan sobrevivir. Estos niños suelen tener comportamientos nada amorosos consigo mismos (no confundamos el egoísmo con quererse a sí mismos) y, por tanto, la imposibilidad de tejer sentimientos por los demás. Generan una desconfianza terrible en que alguien les pueda amar de verdad. Ya he dicho que, el hecho de que no reciban ni protección por parte de los padres, les imposibilita pensar que alguien les pueda amar de verdad.

Así que, en las relaciones, ponen pruebas imposibles a las otras personas. Para, al fin, y cuando el otro ya no puede más, acabar de reasegurarse que tienen razón y nadie les ama de verdad. En este grupo de personas, abundan los que aman sólo a los animales. Por que creen que son los únicos que les aman sin traicionarles.

Antes de ir a hablar de los comportamientos de los que están en el primer grupo (los que no se han sentido queridos), hay que decir que en los del segundo grupo (los que se han sentido abandonados) la "variedad" de reacciones puede abarcar (y combinar) con algunas de las reacciones de los del primer grupo. No puede ser de otra manera, dado que cada persona es única y no típica. Por lo tanto, los grupos de los que hablaré a continuación, sólo se han de entender como "marcos" de comportamiento, no como "clasificaciones" de personas.

A los niños que no se sienten queridos por sus padres, los podemos dividir en tres grandes grupos:

- Los que se esconden en un rincón. Dejan de luchar.
- Los que se enfadan y se vuelven agresivos contra otros (y, sobre todo, los padres) o contra sí mismos (como represión para evitar hacer daño a los padres u otra gente). Luchan contra alguien.

- Los que deciden aparentar ser felices y a la vez hacen de su vida una cruzada para hacer felices a los padres y otra gente: "ya que no merezco ser amado, al menos seré útil y haré todo lo posible por aquellos a quienes amo" . Luchan por todos, menos por sí mismos.

Aquí menciono lo que ya digo ampliamente en "Camino de Amor": nunca puedes amar a nadie más de lo que amas y nunca recibirás más amor que aquel que te tengas por ti mismo.

Está claro que estos tres grupos (no olvides tampoco los que se han sentido abandonados) tienen en común que su fisiología queda gravemente afectada por esta carencia. Y, cuando digo gravemente, no olvides que el cuerpo es una maravilla capaz de salvarnos la vida haciendo lo que parece imposible y, también, haciendo que, por fuera, parezca que estamos la mar de bien, mientras por dentro hay una lucha increíble para salvar la vida.

Y es que el común denominador es el estrés crónico, con reacciones muy diferenciadas. Porque el estrés crónico (ansiedad) es la respuesta del cuerpo cuando cree que está bajo agresión, porque el miedo es la respuesta cuando no hay amor por ti mismo. Vuelvo a recordar que no son "clasificaciones" y, por tanto, cada persona puede tener reacciones de más de un "grupo".

En el grupo de los que se enfadan y se vuelven agresivos, abundan las "enfermedades" (ya sabéis que no creo en clasificarlas) autoinmunes. Es conocido el hecho de que, por ejemplo, en los enfermos de artritis reumatoide, abunda la ira (a menudo contra los padres) que, para no causar daño a otros, acaba derivando en mal contra sí mismo. Caso también de las tiroiditis de Hashimoto, por poner otro ejemplo. Dentro de este grupo, los que no se retienen y son directamente agresivos para con la gente que les ha fallado, tienen patologías diversas que, de momento, no mencionaré.

En el grupo de los que se esconden en un rincón, tiene prioridad la depresión y otras enfermedades "mentales". Y lo pongo entre comillas porque todas las "enfermedades" son "mentales", porque nacen de no querernos. Y esto viene causado por nuestro ego que es lo que nos impide (con sus reacciones cerebrales y no del alma/conciencia) amarnos.

En el grupo que quieren aparentar ser felices y se dedican a trabajar mucho para salvar a todos y tomar sobre sus hombros la responsabilidad del mundo entero, el protagonista son las enfermedades derivadas del estrés crónico. Por ejemplo, la fatiga adrenal, con bajada de temperatura corporal, por que el cuerpo intenta enfriar las suprarrenales y evitar la creación descontrolada de las hormonas del estrés.

Sin querer ser exhaustivo, porque la combinatoria de cada cuerpo es única, hay que recordar que la tiroiditis de Hashimoto es una respuesta autoinmune hacia las hormonas del estrés que obligan a las hormonas tiroideas a trabajar incansablemente para generar reacciones con la glucosa para dar energía al cuerpo en situaciones de estrés.

En el caso de la gente con enfermedades "mentales" (sobre todo, la depresión) el que toma protagonismo es el desequilibrio de la química corporal y las hormonas. Curiosamente, se ha estudiado mucho la relación del sol con la depresión. En Rusia, hace ya muchos años, se combate la depresión con terapia solar. Muy conocida es también la prevalencia de la depresión en países nórdicos con poca insolación. Lo que ya no se estudia es el porqué de esta relación. Aquí voy.

El sol es un generador de energía impresionante. Todos los seres vivos lo buscan. Ved cuáles son las prioridades de gatos y perros.

Hay seres humanos que huyen del sol porque dicen que les hace daño. Hay un grupo bastante conocido: los que han bebido demasiado. Pero, hay más.

Vuelvo a recordar lo que he dicho muchas veces: el cuerpo humano y la naturaleza no se equivocan. ¿Por qué un cuerpo humano huye del sol, que es un elemento fundamental para la vida? Sólo lo hace cuando el estado del cuerpo puede provocar reacciones no deseadas al contacto con el sol. Y esto se da cuando el cuerpo está toxificado, sea por el alcohol u otras toxinas. Porque el sol es un gran movilizador de todo lo que circula bajo la piel. Y lo que no conviene es movilizar las toxinas, porque aceleraría el deterioro de la salud.

Y es que el sol, entre otras cosas, genera (a partir del colesterol, que no tiene nada de malo) la imprescindible vitamina D, que es la prohormona más fundamental del cuerpo. No hace falta que os canséis leyendo los "descubrimientos" de la ciencia oficial que abundan últimamente (para vender suplementos) que explican tal o cual bondad de esta vitamina. Por que la vitamina D (igual que el magnesio y la vitamina C y otras del grupo B que "desaparecen" debido al estrés) son las que dan soporte vital a la mayoría de reacciones del cuerpo. Por lo tanto, obviamente, el cuerpo no prescindiría del sol si no fuera por razones de peso.

La toxificación del cuerpo de origen no-alcohólico, tiene que ver con la "sangre sucia", simplificación de los antiguos naturistas que viene a decir que el cuerpo no se limpia correctamente. Y esto viene de no vaciar correctamente los intestinos, por la mala alimentación, por no beber suficiente agua y por no alimentar correctamente la flora intestinal. Todo esto ya lo trato en otros artículos de este blog.

Y, para conectar con las cosas que ya he dicho en el blog que son imprescindibles para la salud, si no limpias el cuerpo de toxinas (que vienen a ser el pasado que se pudre dentro de nosotros, por que no lo soltamos y le damos vueltas), no tomas el sol y, por tanto, no estás saludable. Y como, dentro del grupo de los elementos imprescindibles para el cuerpo, la vitamina D es de los preeminentes en la creación de hormonas y el equilibrio químico, queda claro por qué es determinante en la presencia de dichas "enfermedades mentales" y, sobre todo, de la depresión.

O sea que para abordar el tratamiento de la depresión, como para cualquier otro "enfermedad", se debe hacer todo lo que ya explico en otros artículos como imprescindible para la salud. Buenos alimentos, agua, luz, sol, aire, limpiar el intestino grueso y alimentar el intestino delgado. Cuando el cuerpo esté libre de toxinas, ya nos pedirá sol.

Pero, para ello, hay que dedicarse atención a uno mismo y escuchar el cuerpo. En definitiva, y en primer lugar (y como siempre), quererse a uno mismo.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Las bases de la curación

En la práctica diaria, me doy cuenta que a muchos pacientes les cuesta asumir algunas de las cosas necesarias para emprender la curación. Para ellos, y para futuros pacientes, estas aclaraciones.

Primero, e imprescindible, el cambio de actitud.

No se puede intentar una cura de tipo naturista y seguir haciendo exactamente lo mismo. Obviamente, y dependiendo de la gravedad de la situación del paciente, se pueden aplicar grados. Desde la simple mejora en los hábitos para ir mejorando poco a poco, hasta el cambio radical de vida para poder salvarla. Lo que está claro es que si no alteras el tipo de vida que haces, la única opción serán las pastillas de los médicos o los suplementos de los naturópatas. Y esta no es mi opción.

El cambio de actitud parte de amarte a ti mismo. Hay quien, cuando lee esto, piensa en egoísmo, narcisismo, irresponsabilidad, ... Es por ello que recomiendo a todos mis pacientes que lean el blog Camino de Amor que yo mismo he escrito. También les puedo recomendar otras lecturas en el mismo sentido. No voy a reproducir aquí demasiado principios del Camino de Amor, para eso ya está el blog. Pero quiero destacar dos principios fundamentales. El primero es que amarte a ti mismo no es un acto ni de egoísmo, ni de narcisismo. Es la forma de decir en la vida: "Yo soy". Porque cada ser es único y, por tanto, sólo él puede "representarse" a sí mismo en el mundo. Todo el mundo es igual de importante. Y, sólo que nos falte un alma, el universo no estará completo. Y, menospreciarte, va en contra de esto. El segundo es que, en este camino, lo mejor para ti siempre es lo mejor para todos, porque amándote a ti, acabas amando a todos. Pero siempre tienes que empezar por ti. Porque los otros (el resto del mundo, la familia, las circunstancias, las obligaciones) son ego. Es decir, los miedos que se esconden en las redes neuronales de nuestro cerebro impidiéndonos cambiar y que son lo contrario del amor.

A mucha gente les cuesta entender cómo pueden ser ego los sentimientos hacia los seres queridos. Y lo son en tanto que excusa para no amarte a ti mismo. Muchísima gente, por otra parte capaces de los mayores sacrificios por la gente que aman, no se dan cuenta que esconden, bajo la capa de amor por los demás, su incapacidad para quererse a sí mismos. Están diciendo al mundo que ellos no valen la pena, pero que su amor por otros que sí la valen los hacen, al menos, dignos de ser considerados buena gente. Excusas para ocultar que no te amas a ti mismo. Y el universo, y tu cuerpo, te pasarán factura. El universo y la naturaleza no pueden aceptar que sus criaturas no se traten bien a sí mismas. Va en contra de los principios de la vida. Te sorprendería la cantidad de veces que caemos en enfermedades crónicas subterráneas porque nuestro cuerpo, como el de cualquier criatura, no puede asumir que nos tratamos mal a nosotros mismos. Porque la naturaleza no contempla las opciones suicidas y piensa que si hacemos cosas contra nuestro cuerpo (pese a las advertencias que nos envía durante la fase aguda) es porque hay algo físico externo que nos obliga (y, cuando persistimos, deja de avisarnos para no "molestar"). La pretendida superioridad del hombre sobre otras criaturas (basada en que tenemos un cerebro superior) topa con la cruda realidad cuando usamos este cerebro (las redes neuronales que recogen el miedo y las prevenciones) para impedirnos disfrutar de la vida, imaginando peligros y obstáculos (que podrían existir) como si fueran reales y insuperables. Esto nos lleva a una vida llena de miedos y ansiedad / estrés que nos impide disfrutarla. Es decir, como Don Quijote, vivimos enfrentados a peligros imaginarios sin darnos cuenta que sólo están en nuestra cabeza.

Segundo, el cambio de hábitos alimenticios. El tipo de alimentación que, con más o menos matices, hago seguir a mis pacientes es una dieta cetogénica, para conseguir la cetosis nutricional. Este tipo de dieta, que muchos conocen en versiones famosas, pero con déficits o excesos importantes, tiene como objetivo reducir los procesos inflamatorios del cuerpo, recuperar la salud y, muy a menudo, perder peso. Este tipo de dieta, cada vez es más reconocido por los principales investigadores médicos (con la boca pequeña, eso sí, para no enfrentarse con los poderosos) como imprescindible para curar cualquier cosa. Y es que se trata de la dieta que debería ser la normal en los hombres. La dieta, que negocio siempre con mis pacientes buscando las máximas facilidades para que se pueda cumplir, no es sólo una recopilación de hábitos alimentarios que conviene incorporar. Es la lista de los únicos alimentos que se pueden tomar. Si buscas una cetosis nutricional, que cuesta días que el cuerpo empiece, porque se resiste, no puedes tomar cereales, ni carbohidratos (azúcares incluidos), ni miel, ... porque que una simple cucharadita de algo inapropiado puede tumbar el trabajo de unos cuantos días. Además, el hígado es capaz de agarrarse a cualquier cosa para iniciar una reacción en cadena que te lleva por donde no quieres. Por ejemplo, el simple hecho de tomar una salsa (o un suplemento o un supuesto producto "natural") que contiene azúcares en su composición (en formas muy diversas y escondidas) o grasas trans o exceso de omega-6, puede desencadenar una serie de reacciones que anulen el proceso de cetosis. Estos procesos del cuerpo, son muy mal conocidos (por no decir desconocidos) por la comunidad médica y por muchos de los terapeutas naturales o nutricionistas obligados a seguir el tipo de alimentación que conviene a los poderosos, pero no a nuestro cuerpo.

Tercero, el cambio de hábitos higiénicos. Procurar no estar sentado casi nunca. Una hora seguida de estar sentado disminuye la circulación del cuerpo en un 50%. Esto, la mayor parte de gente, instalada en procesos crónicos más o menos evidentes, ya no lo nota. El simple hecho de planificar maneras de obligarnos a movernos de la silla unos minutos de cada hora, simplemente poniéndonos de pie (lo que estoy haciendo yo ahora mismo), ya cambia radicalmente muchísimas cosas de la salud. Esto no se arregla aumentando las horas diarias de deporte intensivo. Es lo mismo que airearse, caminar, tomar el sol. La vida tiene un diseño maravilloso. Basta con observar gatos que vivan en la naturaleza (no en una casa). En invierno buscan el sol con auténtica obsesión y a todas horas. En verano, se esconden en las horas de máxima insolación. Al mismo tiempo que los calienta, disminuyendo la necesidad de emplear energía específica para esta tarea, les da vitaminas, les activa la circulación, les da energía, ... Lo mismo que a cualquier criatura.

Cuarto, la limpieza intestinal (intestino delgado y grueso). Tener limpio el intestino delgado y en forma la flora intestinal es la garantía de poder absorber los nutrientes que nuestro cuerpo necesita. Tener limpio el intestino grueso es la garantía de que ningún proceso infeccioso pueda salir adelante. Repito. Ninguno. Ni virus, ni bacterias, pueden prosperar en un cuerpo sano. Las mentiras escondidas tras los principios de Pasteur son una buena justificación para la hipermedicación del mundo en que vivimos. Pero las medicinas son consideradas por el cuerpo como agresores a combatir. Y, permitir una guerra contra nuestro cuerpo, es el peor error que podemos cometer. Los principios naturistas parten de que el cuerpo y la naturaleza son sabios y saben lo que tienen que hacer. Los principios de la medicina oficial parten de que los investigadores son muy listos y que nuestro cuerpo se equivoca. Dada la cantidad de veces que se ha demostrado (aunque se escondan muchas) que esta última afirmación es falsa, como es que la gente sigue creyendola?. Os respondo yo mismo. Porque la gente quiere curarse sin cambiar en absoluto sus hábitos. Ya sea porque les permite comer lo que quieren (aunque más bien se podría decir aquello a lo que se han hecho adictos) o comportarse como quieren (por malo que sea para su naturaleza) o como les han dicho que han de actuar (por conveniencia de los poderosos). En definitiva, la medicina oficial (y cualquier terapia natural indirectamente auspiciada por los que mandan) está hecha para mantenernos en la rueda del hamster y no cuestionar nuestro modo de vida. Y esto es la antítesis de la terapia naturista.

Repasemos. Tienes que cambiar de actitud hacia ti mismo. Te has de amar. Tienes que tener una paciencia infinita (que da resultados instantáneos), en vez de una prisa infinita (que da resultados imposibles). El mismo proceso de amar a tu cuerpo te llevará a escucharlo y tratarlo mejor. Dándole los mejores alimentos (que no quiere decir caros), los mejores hábitos higiénicos (respirar, dormir en paz, pasear, tomar el sol, admirar la naturaleza y la vida). Y estas serán tus medicinas. Si necesitas otras que no sean estas, es que algo no va bien. Y lo deberás aceptar y reconocer y veremos qué podemos hacer. La naturaleza no acepta las mentiras. Y, mentir o faltar al respeto a tu conciencia, te pasa factura física. Aceptar la verdad es duro. Pero es el único camino para cambiarla. Aceptar nuestros errores nos abre la puerta a poder disfrutar de la vida y la salud. Y eso se debe seguir haciendo toda la vida.

En definitiva, siempre cometemos errores (yo incluido) y tenemos que aceptar con humildad que esto es así. Pero una gran verdad es que sólo tú puedes hacerte daño a ti mismo. Y sólo tú te puedes curar. Que nunca puedes querer más de lo que te quieras. Y que nunca podrás recibir más amor del que tú mismo te des. Así que todo te empuja a amarte a ti en primer lugar.

Ni yo, ni tú, ni nadie, puede asegurar que no nos equivocamos. Pero sí tenemos que mantener una clara actitud de búsqueda de la verdad. Sin eso, y los principios que aquí he expresado, no vale la pena que me vengas a ver. Tú perderás el tiempo. Y yo no te podré ayudar.

domingo, 22 de octubre de 2017

El camino hacia la curación: de la enfermedad crónica a la aguda

Siguiendo lo que os comentaba en el mensaje anterior, hoy os recuerdo algunas cosas que pasan en el proceso de curación, cuando el cuerpo evoluciona de la enfermedad crónica a la aguda.

La enfermedad crónica es un estadio en el que el cuerpo ha dejado de avisarnos de todo lo que le perjudica. Ha interpretado que si no le hacemos caso es porque no podemos. Originalmente, este impedimento era real: no tener alimentos apropiados al alcance, estar huyendo de un peligro, ... Hoy en día, en su mayoría, este impedimento es una ficción de nuestra mente o un desequilibrio emocional (estrés, angustia, ...).

El equilibrio del cuerpo en una situación de enfermedad crónica es muy precario. El cuerpo hace auténticas "locuras" para poder sobrevivir. Imagína lo que representa usar componentes del cuerpo, pensados para un objetivo específico, para solucionar males generados por nuestro modo de vida. Es obvio que los objetivos específicos, que se han quedado sin los componentes fundamentales que los hacían posibles, han de poderse hacer de una manera u otra, aunque sea con componentes "de estar por casa", porque el cuerpo no tiene procesos "prescindibles".

Un ejemplo. Imagína que estamos haciendo una casa. Y hemos gastado todo el hormigón y el hierro (para los cimientos) haciendo un camino para acceder a ella. Los cimientos de la casa son imprescindibles. Y, si gastamos los ladrillos para hacer la base de la casa, ¿como hacemos las paredes?. ¿Con placas de yeso que aguantan muy poco peso? Quizás aguanten un poco. Pero, ¿y si llueve?. Así es como trabaja el cuerpo cuando pierde algunos de los elementos necesarios para funcionar con normalidad por culpa de nuestro mal funcionamiento como ser vivo. El cuerpo asume un riesgo enorme, porque es la única manera de salvar la vida, pero nos coloca, porque no tiene otro remedio, en una situación en que la mínima alteración (la lluvia) en el entorno (la salud) puede provocar un resultado muy grave que, en condiciones normales, habría sido muy fácil de solucionar.

Pues bien, imagina que tu cuerpo está en una situación precaria (enfermedad crónica) y vuelves a hacer lo correcto. ¿Cómo actúa el cuerpo?. Obviamente, cada cuerpo y situación son diferentes. Nunca os comparéis con otro caso. Es erróneo y peligroso. Cada cuerpo, y cada caso, son diferentes. Y los ejemplos que os pongo, nunca son trasladables de uno al otro.

A medida que vayais haciendo lo correcto, el cuerpo irá recuperando procesos, pero no los que vosotros querríais, sino los que el cuerpo decide. Por ejemplo, para curar la artrosis (aparte de una buena alimentación, ejercicio, descanso, higiene vital y tomar el sol) es imprescindible contar con vitamina C y agua (bases fundamentales para el colágeno). Pero el cuerpo puede tener muchas otras prioridades para utilizar estos componentes.

Algo tan simple como tomar vitamina C y magnesio, en alguien que sufre de estrés o ansiedad (que destruyen estos elementos de manera intensiva), puede evolucionar de maneras muy diversas. Puede que el cuerpo empiece a generar diarreas. Probablemente, el cuerpo estará desintoxicándose de fármacos, metales pesados u otros tóxicos (incluso originados por alimentos mal digeridos) que lo ponen en peligro. Puede que la vitamina C y el magnesio, aparte de las múltiples funciones que ya hacen en el cuerpo, estén haciendo de elementos "suplentes" de otros que aún nos faltan. Piensa que, sólo la vitamina C, es capaz de participar como "suplente" en más de 300 procesos del cuerpo (sobre todo, enzimáticos y hormonales), cuando falta uno de los elementos primordiales que los hacen funcionar.

Así que nos encontraremos que nuestro cuerpo "va por libre" en el uso de los elementos que le hacen falta.

Al mismo tiempo, vuelven a aparecer dolores y males que nos pueden hacer pensar que "vamos mal". Grave error. Si el cuerpo nos vuelve a avisar es porque, ahora que vuelves a hacer lo correcto, es importante que sepas lo que estás haciendo mal.

Si te tomas los dolores "nuevos" (o las diarreas que mencionaba antes) como una mala señal, y interrumpes el tratamiento o te tomas un fármaco, vas de cabeza otra vez a la enfermedad crónica.


Los elementos para curarte de forma naturista no son complejos, aunque exigen fuerza de voluntad y determinación. Lo complejo es entender por qué tu cuerpo se comporta de una u otra manera. Hemos perdido la capacidad de observación y comprensión de nuestra fisiología. Aquí es donde también te ayudaré yo. Pero, primero, tienes que tomar la decisión de ayudarte a ti mismo. La decisión de amarte.

viernes, 8 de septiembre de 2017

Verdades simples sobre enfermedades crónicas

Como hacía tiempo que no contaba un "Mono Desnudo", hoy es la ocasión perfecta.

¿Porqué el cuerpo se "cansa" de avisarte que haces las cosas mal? ¿Porqué una "enfermedad" aguda se convierte en crónica?

Las respuestas son muy sencillas y lógicas. Cualquier ser tiene clarísimo que, para su supervivencia, tiene que estar muy atento a las reacciones de su cuerpo. De hecho, todos nuestros sentidos y sensaciones están encaminados a descubrir, sea con placer o disgusto, si una cosa es buena para nosotros o no. Por ejemplo, el sentido del gusto nos ayuda a determinar si lo que estamos comiendo, y en qué cantidad, le irá bien a nuestro cuerpo. Los alimentos que le convienen a nuestro cuerpo, nos apetecen. En cambio, cuando nos da asco, está claro que no nos gusta y, si nos cansa, está claro que tenemos suficiente.

Pero, lo que no le pasa a ninguna criatura, excepto a los humanos y seres que conviven con ellos, es que debido a su cerebro "superior" se monte "películas" de miedo, motivadas por prevenciones, recuerdos, malas experiencias y que no están motivadas por hechos reales. No es lo mismo que la gacela vea al león con hambre, porque entonces el miedo / estrés es la reacción correcta que le salvará la vida, que cuando lo ve durmiendo, momento en el que come tranquilamente y, tal vez, muy cerca del león. En cambio, a los humanos nos basta con saber que existen los leones para sufrir toda la vida. Incluso si vivimos en Europa y los únicos leones los podemos ver en el zoo. El ejemplo es descabellado. Pero seguro que así me entienden. Y, de paso, pongo como ejemplo de fiera que provoca estrés a los leones ya que, como alguno de vosotros me ha indicado, muy acertadamente, el ejemplo de los dinosaurios no cuadra porque no coexistieron con los humanos.

El estrés, que ya he explicado ampliamente en otros artículos, desconecta la mayor parte de sistemas del cuerpo y el cerebro y deja solo activo lo imprescindible para salvar la vida. Esto quiere decir que no funcionan los sistemas hormonales, enzimáticos, digestivos, cerebrales, inmunitarios, ... Y, cuando el estrés se hace crónico, lo llamamos ansiedad. Y la ansiedad no lo desconecta todo al 100%, pero lo hace funcionar todo muy mal y a costa de un desgaste enorme para el cuerpo.

Pues bien, ya sabéis que el cuerpo nunca se equivoca. Pero también debéis saber que la naturaleza no tiene previsto ni el suicidio, ni el automaltrato.

Por lo tanto, cuando un ser no hace caso de los repetidos avisos que le envía su cuerpo de que lo que está haciendo le perjudica gravemente, la naturaleza cree que lo hace porque no tiene más remedio que hacerlo. Y, entonces, desconecta las alarmas para no molestar y se prepara para espabilarse y arreglar el problema como sea, haciendo lo que sea necesario para salvar la vida, a costa de perjudicar o hacer funcionar mal las cosas del cuerpo que crea menos imprescindibles. Pero, como cada persona es diferente, cuando pasamos a modo "emergencia" es cuando aparecen las "debilidades" de cada cuerpo. Ya no digamos lo que ocurre cuando, como ocurre a mucha gente, vivimos en modo "emergencia" continuamente.

Cada ser que nace es, en principio, viable. Pero esto no quiere decir que todos aguanten lo mismo. Hay quien tiene una enorme resistencia a ciertas carencias y otros que son mucho más débiles frente a las mismas.

Un ejemplo ayudará. Imagína que te encuentras en la selva huyendo de unas fieras que te persiguen. La persecución dura días y lo único que has encontrado para alimentarte son unas hojas no muy sabrosas que vas arrancando mientras sigues huyendo. El cuerpo, que en principio no destinará ninguna energía a la digestión, poco a poco, en cuanto note la falta de energía, dará cierta prioridad a poder obtener nutrientes, porque la falta de energía lo mataría. Y, por tanto, el dolor de estómago inicial (señal de que el cuerpo no está en condiciones de digerir), se irá transformando en sensaciones relativas a lo que está comiendo. Lo que más le apetecerá es el dulce, porque da energía inmediata, pero si no tropiezas con bayas o miel por el camino la cosa es complicada. Una vez el cuerpo se da cuenta que no recibirá más que las hojas (porque hace mucho tiempo que avisa que no le convienen y no le hacemos caso), poco a poco dejará de quejarse y buscará (el hígado) el modo de transformar químicamente lo que le damos en los nutrientes que necesita. En función de lo que estamos comiendo (y como lo puede digerir el cuerpo con las energías escasas que puede destinar), el hígado utilizará todo el arsenal de minerales, vitaminas, enzimas y hormonas que tiene para obtener lo necesario. Obviamente, si utiliza elementos escasos en el cuerpo (porque no está previsto su uso intensivo) y que afectan a funciones importantes (pero no tanto como lo es la obtención de energía, porque sin ella moriríamos), nos podemos ir encontrando que empiezan a fallar funciones importantes. Pero, incluso en estos momentos, el cuerpo intentará "desconectar" aquellas funciones menos importantes para la "emergencia" que está viviendo.

Una vez la "emergencia" ha pasado, el cuerpo nos irá guiando para compensar las carencias. Puede que nos apetezca hacer cosas muy poco usuales. Roer la corteza de un árbol o lamer ciertas piedras. Pero, poco a poco, el cuerpo se irá recuperando. Admiración absoluta por la sabiduría de la naturaleza. Final feliz.

Ahora, traslada el ejemplo a la realidad de la gente que vive con estrés y ansiedad. Las fieras no existen, pero actuamos como si estuvieran por todas partes. En los escasos momentos en que parecen estar más relajados, quizás no estan atentos a las demandas nada habituales del cuerpo. Las carencias continuadas han provocado que el cuerpo, aparte de desconectar las alarmas (dolor, disgusto, ...), haya desconectado sistemas consumidores de tal o cual elemento. Si los elementos que faltan están implicados en la absorción de nutrientes (algo muy habitual), el cuerpo deberá buscar vías alternativas para salvar la vida, sin contar con ciertos elementos, que serán sustituidos por otros elementos menos eficientes, para intentar obtener los mínimos necesarios .

Podría seguir con la "novela" ad infinitum, pero no es necesario.

Lo que sí hay que recordar es que los medicamentos, entre otras muchas cosas, son elementos nocivos para el cuerpo, porque para "arreglar" algo, estropea ciento.

1. Si dejas de hacer todo lo que haces mal, tu cuerpo se curará en un plazo de entre 3-6 meses. Es el tiempo que tardan en regenerarse todas las células del cuerpo.
2. Para que tu organismo esté en condiciones de funcionar:
Hay que limpiar a fondo el intestino delgado y grueso
Hay que tener en forma la flora intestinal
Hay que alimentarse correctamente
Hay que dejar de comer las cosas que no convienen
Para que tu alimento pase a ser un nutriente, es necesario que tu cuerpo esté suficientemente sano para absorberlo bien y esto es un proceso progresivo en las enfermedades crónicas
Tienes que caminar, tomar el aire y el sol. La vitamina D es una prohormona imprescindible para casi todos los procesos del cuerpo y el resto de efectos positivos del sol, imprescindibles.
El sol te carga energéticamente. Tómalo con prudencia, pero nunca te pongas cremas (son perjudiciales y causantes de melanomas)
Bebe agua. Es imprescindible para todos los procesos del cuerpo.
Deja de escuchar a los "gurús" y vendedores de todo tipo de suplementos, complementos y medicinas. Una cosa es tomarlos puntualmente para poner en marcha la curación. Si tienes que depender de ellas, debe ser en cosas muy concretas que aún no puedes arreglar, pero no como norma general.
Deja de obsesionarte con comidas, suplementos y medicinas caras. No se necesitan.Nuestro cuerpo es el alquimista perfecto. Un MacGyver que crea lo que necesita en cuanto empieza a sanar.
No pienses que la curación es cara. Si lo es, no es buena. Con elementos sencillos y cercanos basta. Relájate. Tu bienestar anímico es la principal medicina que necesitas.


3. Ten fe en que todo irá bien. En el mundo del alma no hay certezas. Las certezas son ego y miedo. Quiérete. No quieras daño a nadie, pero aléjate de los que te lo quieren hacer ti.
4. Cuando te amas a ti mismo, los sentimientos negativos (hacia ti y hacia otros) no tienen cabida dentro de ti. Sólo te perjudican.
5. La medicina moderna, le pone nombre a todo. Pero no sabe nada. Tienes que buscar explicaciones sencillas a las reacciones (síntomas) del cuerpo. Pero, para cada caso, las reacciones son fruto de procesos muy complejos y evolutivos. Sólo el cuerpo sabe cómo curarse a sí mismo. Lo que tenemos que hacer es retirar los obstáculos. Recuerda, el cuerpo nunca se equivoca.
6. No tienes que "reaccionar" (como hace la medicina moderna) atacando los síntomas del cuerpo. Sólo escucharlo, para dejar de hacer lo que le duele.
7. La enfermedad crónica es siempre una evolución de los problemas agudos que ha tenido tu cuerpo y que no has escuchado. Cuando empieces a hacerlo, tu cuerpo volverá a darte señales (las de la enfermedad aguda) y te podrás curar.
8. Enredarse en "adivinar", uno por uno, todos los males del cuerpo, cogiendo síntomas, enfermedades y consecuencias por separado es ridículo. El cuerpo no funciona así. Es un todo.
9. Hipócrates ya decía, hace 2.500 años, que todas las enfermedades se generan en el intestino.La medicina cada vez se acerca más a esta afirmación. ¿Cuántos años más necesita?.
10. No importa el nombre que le hayan puesto a la enfermedad que tienes. Metabólica, neurodegenerativa, ... todas se curan amándote a ti mismo y tratando bien a tu cuerpo.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Soja y otras legumbres y cereales. Pan. Leche. Lactancia.

Como ya os he mencionado varias veces los perjuicios que nos pueden llevar los cereales, que sólo podemos consumir en muy poca cantidad, toca hacer unas cuantas aclaraciones y especificar de qué manera podemos nutrirnos con ellos.

El trigo dificulta la creación de serotonina y sus residuos, al igual que los de los demás cereales, ensucian las vellosidades intestinales, impidiendo la correcta absorción de nutrientes y haciendo que, aunque nuestra alimentación sea buena, el cuerpo no aproveche los nutrientes que le damos. El hecho de que haya personas con celiaquía, que simplemente son algo más débiles en este sentido, no nos debe hacer pensar que al resto le sientan bien los cereales que, repito, sólo pueden ser consumidos como excepción o de maneras controladas . Como siempre, no es lo mismo un descargador de muelle que una persona más sedentaria.

La soja puede traer complicaciones porque, como todas las legumbres, lleva antinutrientes (en el caso de la soja genéticamente modificada, los perjuicios ya no sólo vienen de los antinutrientes). En el caso de las legumbres comunes en nuestros lares, garbanzos, judías y lentejas, el proceso de remojo previo (unas doce horas) diluye un poco la presencia del ácido fítico o fitato (que viene a ser el principal antinutriente de las legumbres). También llevan mucho ácido fítico todas las semillas en general. Sobre todo las de cereales, pero también los frutos secos.

En el caso de la soja, la forma de evitar los antinutrientes es consumirla fermentada, en forma de salsa de soja, tempeh, miso y natto, que son las formas más saludables de consumir la soja.

Curiosamente, el ácido fítico es bueno en poca cantidad. Por eso os he comentado más de una vez que no estamos hechos para comer demasiadas legumbres, ni cereales. En su forma natural, estos alimentos despiertan la reacción de nuestro cuerpo para que no se consuma mucho. Siempre que nuestro cuerpo, debido a la mala alimentación, higiene física y mental, no esté excesivamente envenenado y no detecte las señales. Un ejemplo más de que lo que hay que hacer es desintoxicar nuestro cuerpo y dejar de alimentarnos y tratarnos mal, no añadir más y más suplementos para compensar lo que hacemos mal. En un cuerpo "desquiciado" los problemas no paran de crecer porque, entre otras cosas, pierde la capacidad de detectar lo que le perjudica.

El ácido fítico disminuye la capacidad de absorción del cuerpo de algunos minerales, como el hierro, zinc, calcio, magnesio y cobre durante el mismo proceso digestivo. No afecta a las comidas anteriores y posteriores. Por eso es importante vigilar, no sólo la cantidad, también la frecuencia con que comemos estos alimentos. Ojo que esto sólo es del todo cierto en el caso de los vegetarianos y veganos, porque el hierro y el zinc de la carne sí puede ser absorbido en la misma comida.

Otro aspecto a destacar en la soja es su alto contenido en isoflavonas (fitoestrógenos), que si bien pueden ser beneficiosos en algunos casos, en otros puede provocar efectos hormonales indeseados, sobre todo en mujeres y niños. La soja también tiene elementos que interfieren en el mecanismo de absorción del yodo y pueden alterar las funciones de la tiroides. Hay muchos estudios que defienden la soja como factor que evita ciertos tipos de cánceres, junto a otros que, a pesar de reconocer este aspecto, destacan que provoca otros. En cambio, parece que el proceso de fermentación ahorra las consecuencias negativas del consumo de soja.

En definitiva, como todo en la naturaleza, el proceso de fermentación es una ayuda en la alimentación y produce beneficios. Porque hace lo mismo que nuestro intestino y, por tanto, le evita mucho trabajo en nuestro proceso digestivo, ablandando y predigeriendo alimentos que, en formas no fermentadas, pueden ser difíciles de digerir o generar subproductos perjudiciales para nuestro cuerpo.

De manera similar, el proceso de dextrinado de los panes hechos con masa madre fermentada, simplifica la digestión de los almidones al convertirlos en dextrinas, que vendrían a ser lo que son los aminoácidos en las proteínas, los ladrillos de base para construir los bloques más grandes. El pan dextrinado (correctamente) es la forma de poder consumir pan con más asiduidad. El que conozco más recomendable es el pan dextrinado de SANTIVERI, con semillas de lino, por ejemplo.

En el caso de la leche, ya sabéis que cada especie tiene una composición de la leche materna absolutamente diferente. En el caso de los humanos, hemos abusado mucho de la leche no materna porque el estilo de vida actual no facilita a las madres la lactancia a los hijos durante mucho tiempo.

Todas las fórmulas maternizadas son una chapuza. Entre las que utilizan la soja (nefasta para el niño) y las que usan de base cualquier tipo de leche pasteurizada. La pasteurización destruye todo lo que es bueno en la leche y, en cambio, abre la puerta a posteriores desnaturalizaciones, aún más graves. El proceso más aceptable, como hacían nuestras abuelas, es hervir leche fresca de vaca, si conviene más de una vez. Pero debe ser leche de vacas de las que ya no se encuentran: de las que comen únicamente pasto y que no reciben medicamentos químicos. Porque las infecciones que tienen las vacas estabuladas contranatura son combatidas con cócteles de antibióticos y medicamentos que se comen los consumidores de leche. Recordad que en EEUU el 80% de los antibióticos son destinados a los animales de "granja".

Y termino con algo de aquello que siempre me ha dejado con la boca abierta: las maravillas de la naturaleza. Carlos González, reconocido pediatra infantil, escribió en 2006 el libro "Un regalo para toda la vida. Guía de la lactancia materna". De él destacaría uno de los misterios que la ciencia aún no se explica: como el bebé, de forma innata, sabe cómo obtener más "agua" o más proteínas del pecho de la madre con la forma de chupar. Como el bebé, cuando se le deja escoger, regula perfectamente las mamadas, la frecuencia, el ritmo, en función de sus necesidades y estado de salud. Ante esta sabiduría innata, respondemos los adultos con nervios, pautas y horarios, que sólo están causados por nuestras obligaciones y no por las necesidades de los niños. Pero claro, poco puede hacer la naturaleza cuando, ya desde el principio, nos creemos tan listos y capaces de alterar lo que millones de años han ido conformando, ignorando que el simple hecho de practicar una cesárea innecesaria puede condenar a nuestros hijos a una grave carencia en su sistema intestinal e inmunitario. Y nosotros tan tranquilos.

domingo, 4 de junio de 2017

Más sobre enfermedades neurodegenerativas

Os ampliaré con datos científicos algunos de los apartados del artículo anterior, porque a veces puede parecer imposible que cosas como las que yo digo no se sepan.

Entre otros, hay estudios que destacan la enorme coincidencia de enfermedades neurodegenerativas con:
- Diabetes: la resistencia a la insulina provoca que la glucosa disponible para el cerebro, que es el máximo consumidor, no pueda ser convertida en energía. Por tanto, las células cerebrales mueren por inanición y falta de alimento. En 2005 se descubrió que el cerebro fabrica su propia insulina y que en los enfermos de Alzheimer y demencia se hacía muy poca. Los médicos que lo descubrieron, querían nombrar al Alzheimer como diabetes tipo 3, para que os hagáis a la idea.
- Dormir mal: durante el sueño, el cerebro se limpia y desintoxica, se regeneran las neuronas, se descartan conexiones ineficientes, las neuronas reducen su tamaño el 60% y esto deja más espacio para limpiar el cerebro (el sistema glinfático está 10 veces más activo que cuando estás despierto). Por ejemplo, la placa beta-amiloide, característica de los enfermos de Alzheimer, se reduce mucho más significativamente durante el sueño. , ... Es durante el descanso nocturno cuando existe la máxima neuroplasticidad (capacidad del cerebro de regenerarse y crear nuevas neuronas). Dormir poco (o demasiado), además, altera el metabolismo y, estadísticamente, aumenta 2,5 veces la grasa abdominal (la más peligrosa porque rodea a los órganos). Durante el sueño profundo, la glándula pituitaria produce la hormona del crecimiento, responsable de que no envejezcamos prematuramente. Al alterarse el ciclo y la cantidad de melatonina, esta hormona no llega a eliminar células cancerosas (siempre se están produciendo, aunque no lleguen a ser un "cáncer").
- El exceso de hierro [casi no hay nadie a quien le falte, aunque se siguen dando suplementos] aumenta el riesgo de Alzheimer, al igual que la deficiencia en vitamina B12 (muy incrementada por el abuso de medicamentos como el omeprazol).
- Hacer ejercicio aeróbico de forma regular disminuye un 50% el riesgo de Alzheimer.
- Los factores neurotróficos (normalmente son proteínas) son los que impulsan el crecimiento de los tejidos nerviosos y cerebrales. Se ha estudiado mucho el Factor neurotrófico derivado del cerebro (FNDC, también conocido como BDNF, siglas en inglés) y se ha visto que mejora con el ejercicio, cúrcuma, omega-3, ..
- El cerebro es el órgano que concentra una mayor cantidad de mitocondrias. Y los elevados niveles de azúcar producidos por los carbohidratos son el peor enemigo de las mitocondrias. Como prueba adicional, se ha comprobado que tomar directamente TCM (triglicéridos de cadena media) alimenta las mitocondrias cerebrales de una manera increíble y beneficia rápidamente a los enfermos de enfermedades neurodegenerativas.
- En septiembre de 2014, el doctor Dale Bredesen hizo un estudio previo para buscar un medicamento alternativo a los que se usan para las enfermedades neurodegenerativas, en que se curaron 9 de 10 enfermos cambiando 36 parámetros de estilo de vida: haciendo ejercicio , tomando el sol, alimentándose mejor (suprimiendo carbohidratos), ... La curación se produjo en el intervalo de 3-6 meses. Este es el tiempo que tarda el cuerpo en curar una enfermedad crónica, porque es el tiempo que tarda el cuerpo en cambiar todas las células de nuestro cuerpo (neuronas incluidas). Eso quiere decir que si dejas de hacer las cosas que hacías mal, las nuevas células ya estarán más sanas.
Del estudio del doctor Bredesen, lo más incomprensible para mí es que este resultado no le ha hecho desistir de añadirles a los enfermos algún tipo de medicamento. Claro que esta mentalidad de dar siempre la pastilla, aunque te puedas curar "haciendo bondad", ya no sé si es exclusiva sólo de la clase médica. Quizás los enfermos también la reclaman. Leía, hace pocos meses, unas declaraciones de una bióloga, jefe de una investigación de 19 países europeos sobre la flora intestinal que, hablando del Clostridium difficile, una enfermedad intestinal grave y muy invalidante (y que provoca no pocas muertes), decía literalmente: "... las enfermedades más abordables con estrategias dietéticas son las que afectan al tracto intestinal. Funciona, por ejemplo, para combatir las infecciones del microbio Clostridium Difficile, cuando no existe otra terapia" [el subrayado es mío].
- Cuando ya hay un montón de estudios que destacan la importancia de rebajar/suprimir los carbohidratos e incrementar las grasas, pero que no llegan al gran público por las "presiones" de las multinacionales.
- Cuando la ciencia sigue defendiendo el modelo de Pasteur, que decía tonterías como que el intestino era un tubo estéril, aunque él mismo, en el lecho de muerte, reconoció que estaba equivocado: "Antoine [Béchamp] tenía razón, el microbio no importa, lo importante es el terreno [el estado del cuerpo/intestino] ". Pero esta parte de la historia no nos la explican. No fuera caso que nos diéramos cuenta del engaño en el que vivimos.
- Y es que, en el mundo científico, cada vez hay un clamor mayor destacando que todas las enfermedades o bien se originan metabólicamente o bien acaban siendo metabólicas. O sea que el intestino está involucrado en todas las enfermedades. Neurodegenerativas incluidas. Lo que pasa es que no hay dinero para estos estudios (todos los patrocinan las farmacéuticas)

Mi admirado doctor Roca defendía estas cosas hace más de 70 años y me lo contaba desde que yo era pequeño. Hace años, me alegró que cada vez más estudios científicos demostraran que, como él decía, no hay enfermedad infecciosa si tienes el intestino limpio. Ahora, resulta que esto es extensible a cualquier enfermedad. Si juntamos esto a lo que decía otro gran olvidado, Otto Warburg: "En un cuerpo oxigenado y no acidificado, no hay enfermedad", ya tienes las bases de la terapéutica naturista. Alimentarse bien y tener el intestino limpio. Hacer vida sana, ejercicio, tomar el sol. Por cierto, Otto Warburg recibió el Nobel en 1931 por descubrir el mecanismo del cáncer. Así que ya me diréis lo que buscan tantos investigadores hoy en día.