martes, 27 de septiembre de 2016

¿Por qué terapeuta naturista de cabecera?

Las enfermedades agudas pueden ser curadas, a veces, por la química y en poco tiempo. Las crónicas, nunca.

Y, por ello, no creo en el médico o terapeuta ocasional. Los que tienen enfermedades crónicas necesitan a alguien que esté dispuesto a compartir con ellos bastante más que unos minutos en una consulta. Tienes que investigar sus hábitos alimentarios, higiénicos, anímicos y emocionales, para poder ayudarle a curarse. Y tenerle siempre en mente.

Mi trabajo es mi vocación y a la vez ha sido mi hobby toda la vida. No me canso de estudiar incluso fuera de las horas de trabajo. Cada nueva investigación. Cada cosa que tú mismo descubres o aprendes. Siempre pensando si puede ayudar a cada uno de tus pacientes.

Por eso mi modelo son los médicos de cabecera y los médicos rurales. Son gente que vive cerca de sus pacientes. Que los puede visitar en casa cuando no se pueden desplazar. Y que no se deben a ninguna otra "obediencia" que el bienestar de sus pacientes. Porque sino no los pueden mirar a los ojos.

Cuando tratas enfermedades crónicas, hay que acostumbrarse a convivir con las medicaciones alopáticas de tus pacientes. Esto implica estar acostumbrado a coexistir con los médicos y medicaciones alópatas.

Hay que aprender los medicamentos que recetan los médicos, sus efectos sobre los pacientes y las implicaciones (muchas veces graves) que puede tener interrumpir un tratamiento. La tranquilidad con la que algunos terapeutas dicen a los pacientes que dejen un tratamiento médico, me pone los pelos de punta. Esto no quiere decir que deje de trabajar para que los pacientes puedan abandonar los medicamentos cuanto antes. Hay que ir paso a paso y buscando la implicación de los médicos para que sean ellos quienes ordenen cesar la medicación cuando observen que el paciente ha superado la enfermedad. ¿Pero qué pasa con los medicamentos que perjudican gravemente al paciente?. Aquí la cosa cambia, aunque enfrentarse a ellos no es fácil.

Pero, como lo que me importa son mis pacientes, yo no me quedo callado cuando el paciente me pregunta si los problemas que tiene pueden venir de una medicación que toma. Yo investigo más allá de lo que son las posturas "oficiales". Las que mantienen las farmacéuticas (y defienden los médicos, porque no les queda más remedio). Como decía el doctor Laporte, responsable de vigilancia farmacológica en Cataluña, en el reportaje "Pastilla busca enfermedad" repuesto por TV3 hace unas semanas, hace unos años se tardaba una media de 7 años en retirar del mercado un medicamento que provocaba problemas graves . Hoy en día se tarda 14, debido a las presiones sobre las autoridades sanitarias. Lo traduzco: cuando una farmacéutica es obligada a pagar en un juicio por haber causado muertes con un medicamento, después de 14 años el coste de una multa multimillonaria no llega a representar ni las ganancias de un mes del medicamento en el mercado mundial.

Y lo más triste es que, aunque se demuestre manifiesta mala fe en el mantenimiento del producto en el mercado cuando ya se sabía el daño que hacía, los responsables no acaban en la cárcel. Sólo les suben el importe de la multa. Incluso hay casos en que se llega a demostrar que las supuestas cualidades del medicamento eran falsificadas desde el inicio. No hay problema. Un poco más de multa. Pero las multas no llegan nunca a significar ni el 10% de las ganancias inmorales que han logrado.

Hay medicamentos sustitutivos del Sintrom que hace poco que han llegado a España pero que ya acumulan juicios por muertes en otros países. No sufráis. No lo encontrareis en ningún periódico "normal". El auténtico negocio de los periódicos y las televisiones privadas es ocultar informaciones que a sus anunciantes no les convienen. Y desacreditar a los escasos medios valientes que se atreven a desafiarlos. Resumiendo: un medicamento que ha costado mucho dinero aparece en el mercado para curar una cosa u otra. Y si la enfermedad no existe, se la inventan a base de publicidad por los medios informativos. Si juntáis que todas las universidades tienen la investigación subvencionada por farmacéuticas, entenderéis lo fácil que es obtener informes y estudios favorables en muy poco tiempo.

Una de las consecuencias más nefastas de la invención constante de nuevas enfermedades, es olvidar cada vez más la importancia de recuperar la fisiología del cuerpo. Es el cuerpo el único calificado para encaminar la curación. Mi trabajo como terapeuta naturista es ayudar a retirar los obstáculos y favorecer que el cuerpo vuelva a dirigir la curación. Hoy en día, sólo oímos hablar de errores genéticos, de fallas del cuerpo. El 99% son mentiras que buscan que nos rindamos. Que digamos que nuestros cuerpos son imperfectos y que sólo nos puede curar una montaña de química que nos venden a precios exorbitantes.

La manipulación o el desconocimiento premeditado lo llenan todo. Como es mucho más rentable (y más fácil de modificar y transformar) el cereal que la fruta o la verdura, se nos ha vendido que los cereales deben ser el principal alimento de la dieta. Y eso que sólo comenzó a significar más del 5% de la dieta (y ocasionalmente) desde hace 8.000 años. Antes, y durante millones de años, la verdura y, sobre todo, la fruta eran el 90% de nuestra alimentación. Y hay muchos que pretenden que la fruta nos perjudica !! Y la prohíben, por ejemplo, a los diabéticos. Ignorando que la fruta entera, madura y del tiempo no causa la acción de la insulina. Prohibir la fruta a los humanos es como pretender retirar la carne de la dieta de los leones !!.

Sabéis de qué viene la epidemia de diabetes?. Pues de abusar de los hidratos de carbono que no son fruta. Durante millones de años, nuestro páncreas sólo trabajaba de vez en cuando, porque los alimentos que necesitaban de insulina eran anecdóticos en nuestra dieta. ¿Se necesitan hidratos de carbono en la dieta?. Absolutamente, sí. Y muchos. Pero, en su mayoría, en forma de fruta natural y entera (no jugos).

El desconocimiento de la fisiología humana y de lo que ha alimentado al hombre durante millones de años es bastante general.

Hay un ejemplo paradigmático: la vitamina C. Se necesitarían unos cuantos artículos y muy largos para hablar de todo lo que hace esta vitamina en nuestro cuerpo. Y resulta que los humanos no somos capaces de sintetizarla. Coincidimos en esto con los grandes primates y los murciélagos frugívoros.

Y ahora viene algo curioso/divertido. He llegado a leer muchos artículos de investigadores sobre el porqué los humanos no somos capaces de sintetizarla. Aparte de la constatación de que los mecanismos los tenemos atrofiados debido a una mutación, he leído todo tipo de razones para justificar la mutación. Pero nunca la más obvia. Y es que para llegar a esta deducción se debe salir del laboratorio y ver más allá de la bioquímica. Y no tener ningún interés en ocultar la enorme importancia de la fruta en nuestra dieta.

Sólo hay que constatar que el común denominador de todos los animales carentes de esta capacidad de síntesis es que han comido fruta y verdura a carretadas durante millones de años.Causa más que probable de la atrofia de una capacidad que no usaban nunca, ya que con su alimentación la vitamina C les salía por las orejas.

Pero el hombre dejó de hacerlo hace tiempo. Y su cuerpo, para compensar, se especializó en almacenarla muy eficientemente por todos los rincones. Pero, en cuanto se produce cualquier situación de desequilibrio, muy habitual en la vida moderna, su carencia provoca situaciones dramáticas en las personas afectadas.

Y se deben saber "leer" las prioridades fisiológicas del cuerpo. En el caso de la vitamina C la gente no es consciente de las prioridades de su propio cuerpo.

Y es que, aparte de la fisiología común, hay una investigación y conocimientos exhaustivos de la fisiología y hábitos de cada persona para encontrar la dieta correcta en su caso: que sea efectiva, sostenible y que le devuelva la salud. No se trata de prohibirle cosas al paciente. Se trata de buscarle alternativas de alimentos saludables y hacer todo lo posible para encontrar las que le gusten.

Porque el cuerpo humano se regenera completamente en pocos meses. Ya no queda ni un átomo de lo que éramos. Por tanto, cualquier enfermedad crónica que persiste y no nos ha matado en estos meses, indica que la fuente que la ha creado persiste y sigue alimentando la enfermedad y sólo se puede curar por un cambio de hábitos alimentarios, higiénicos, anímicos y emocionales. Todos a la vez.

Es tal la ignorancia que existe en el tema de la salud, que a la gente le cuesta mucho creer hasta qué punto su salud intestinal es totalmente determinante para la totalidad del cuerpo. Nos pueden llegar a facilitar el funcionamiento detallado del motor de un coche. Pero nadie nos enseña a tratar bien la maquinaria que nos debe acompañar toda la vida. Nos fuerzan a dejarla en manos de los mecánicos-médicos que, a su vez, están en manos de las concesionarias-farmacéuticas. Imaginad lo que pasaría si nadie supiera cómo funciona el motor de un coche. Las concesionarias sin escrúpulos se pasarían la vida cobrando facturas por reparaciones inútiles o que cada vez nos estropearían más el motor. Es como poner los zorros a vigilar las gallinas.

Pero, para la industria farmacéutica sin escrúpulos, no se puede desperdiciar el filón que representan las enfermedades crónicas. Acumulando una mentira sobre otra, controlando a los investigadores (casi todos a sueldo suyo) y amenazando a los médicos que se arriesguen a contradecirlos. Con este panorama, encontrar la salud no es una tarea fácil.

Pero el mecanismo fundamental para darse cuenta de esta situación no es otra que escuchar a tu cuerpo. Si lo escucháis no dudareis ni un momento en comenzar a trabajar para devolverle la salud.

Termino hoy con un apunte para las mujeres afectadas por la candidiasis. Muy a menudo, originada por un sistema inmune debilitado o atacado por tóxicos potentes. Pero que, cuando es crónica, viene a menudo de la ansiedad, a su vez, originada a menudo por un conflicto grave entre la razón y los sentimientos/deseos. "Y hasta aquí puedo leer".