jueves, 17 de noviembre de 2016

El Mono Desnudo o vivir de acuerdo con la naturaleza

Supongo que todos sabéis que Desmond Morris, destacado psicólogo y etólogo, publicó en 1968 un libro, "El Mono Desnudo", que provocó reacciones muy importantes. Y todo porque en este libro hablaba del hombre como animal que somos. Pura ciencia del comportamiento natural de las especies. Pero, y sobre todo, fue escarnecido porque decía que los comportamientos naturales del hombre siempre están. Por mucho que los disfrace intelectual o culturalmente.

Es por eso que me esfuerzo en simplificar todos los aspectos relacionados con la salud. Porque hay mucha gente que se dedica a complicarlos. Y, demasiadas veces, por intereses despreciables. Lo más problemático es llegar a saber la verdad que hay detrás de cada postura. Por ejemplo, el hecho de que se haya ignorado lo que decía Otto Warburg respecto a las enfermedades y el cáncer en particular. El hecho de que los investigadores se empeñen en seguir la vía genética para justificar el cáncer comienza a oler mal. Ya hace tiempo que se han hecho investigaciones que, prácticamente, invalidan la vía genética. Como pruebas de transferencia de genes de núcleos de células enfermas a sanas que no han provocado cáncer en las sanas. Esto deja muy claro que es el entorno de la célula el causante del cáncer y no los genes.

Lo que debería estar claro es que la enorme disparidad de "situaciones" genéticas que se encuentran en un mismo cáncer debería hacer replantear sus estudios. Porque las alteraciones genéticas son las consecuencias, y no el motivo, de la existencia del cáncer. Porque el cáncer siempre está originado por una enfermedad metabólica (por la falta de oxígeno y la acidificación del cuerpo), consecuencia de los malos hábitos alimentarios, higiénicos, sociales y emocionales.

Lo que ocurre en realidad es que nuestro estilo de vida, alejado de la salud, es lo que causa las enfermedades. Tanto sea mala alimentación como no tratarnos bien a nosotros mismos (no amarnos, en definitiva). Y, como cada uno de nosotros es diferente y cometemos errores diferentes, nos encontramos con expresiones de "enfermedades" diferentes. Puede ser cierto que, por causa de herencia genética o por epigenética, tengamos más predisposición a unos u otros síntomas. Pero el problema de origen es el mismo. Aunque el "resultado" o "enfermedad" parezca diferente. Lo que siempre es cierto es que la historia "clínica" de cada persona es crucial.De cómo, a partir de unos u otros síntomas, se le ha ido medicando (envenenando, en realidad) en lugar de ayudarle a ver que tenía que replantearse lo que estaba haciendo. Al final, siempre me encuentro con un cubo de Rubik, con una madeja, que hay que desenredar. Por eso os digo siempre que recetar medicamentos o complementos alimenticios es muy fácil y rápido. He llegado a estar tentado de montar un programa informático para "generar" recetas automáticas, en función de una serie de parámetros analíticos, para hacer ver a la gente hasta qué punto vivimos en una sociedad que no quiere corregir sus errores, sino recibir la "pastilla" (o el complemento) que nos permita seguir viviendo sin cambiar de actitud. Aunque no sé si llamarlo vida, con el grado de salud que la mayor parte de la gente vive.

Dejadme hacer un ejercicio de comparación con los animales, como hacía Desmond Morris en "El Mono Desnudo", así veremos muchas cosas que no hacemos bien:

- Los animales, una vez acabado el hecho estresante, dejan de sufrir. Nosotros podemos seguir sufriendo aunque la causa ya no esté. Y el estrés crónico es fatal.

- Los animales sociales se mantienen juntos porque son conscientes de que lo necesitan por supervivencia, estabilidad física y emocional. Nosotros nos engañamos creyendo que las comunicaciones tecnológicas pueden sustituir los abrazos y el calor de la comunidad.

- Los animales conservan la capacidad de distinguir aquellos alimentos que les van bien y aquellos que les hacen daño. Nosotros hemos perdido esa capacidad en gran medida, pero debemos tener presente que:
. Los animales sociales, normalmente, no son engañados por otros miembros del grupo que les den alimentos en mal estado o perjudiciales.
. Otros animales no tienen la capacidad de engaño para quedarse siempre la mejor parte a costa de sus compañeros. Y, si la tienen, no suelen llevar la situación a extremos que pongan en peligro a sus compañeros, ya que provocar su enfermedad o muerte les perjudicaría a ellos mismos, que se quedarían solos.
. Los animales sociales no dejan que una parte de ellos se quede con todo y deje sin nada al resto.
. Ningún animal llega a los extremos de perversión que puede llegar el hombre. Hace más de 100 años que un científico en USA descubrió como "reaprovechar" aceites de desecho para hacer jabón. Y una empresa aprovechó el proceso para venderlos para alimentación. Comida basura acompañada de artículos "científicos" que proclamaban sus bondades (cuando son altamente perjudiciales). Habían nacido las grasas trans. Peligrosísimas porque confunden al cuerpo, que cree que son grasas buenas y las utiliza para procesos vitales.
Y, para los que aún confían en la buena fe de todos los científicos, un ejemplo aterrador. En los EE.UU., las grandes empresas contaminantes veían recortados sus enormes beneficios cuando se les comenzó a reclamar que depurararan las aguas que sus industrias contaminaban. Hicieron números y vieron que era mucho más barato comprar a unos cuantos científicos y autoridades que depurar las aguas. Resultado: se aumentó la tolerancia de ciertos contaminantes en las aguas a nivel ¡400 veces superior al que hay en Europa! . Pero todavía hay algo peor. En el caso de los fluoruros, en cantidades alucinantes, lograron que se consideraran ¡¡beneficiosos y subvencionables !! y que era necesario que los siguieran "proveyendo" al agua potable. El resultado es que hoy un 41% de adolescentes estadounidenses están contaminados con fluoruros.
Este esquema de comprar estudios científicos, medios de comunicación y a las autoridades normativas es constante por parte de los que no tienen escrúpulos en matar gente a cambio de beneficios económicos (recordad el colesterol, los azúcares, ...). Claro que son los mismos poderosos que trafican con armas, hunden países en la miseria o manipulan los mercados para seguirse enriqueciendo, mientras mucha gente pasa hambre. No renuncio a seguirte explicando alguna de estas cosas, pero no me puedo abonar, por que no os hablaría de otra cosa.

- Los animales respetan la naturaleza y nunca intentan imponerse a ella. El hombre, en cambio, se pasa la vida forzando los límites. Muchas civilizaciones antiguas desaparecieron por razones similares:
. Sobreexplotación del suelo
. Masificación en ciudades, mala gestión del agua y los residuos. La naturaleza tiene mecanismos, como la territorialidad o el mínimo de espacio personal, para evitar masificaciones que contravienen las posibilidades de supervivencia.
. Excepto por razones "económicas" (de riqueza para los poderosos) no se justifica la acumulación de tantas personas en ciudades. Todos somos conscientes de que no es bueno para la salud.

- Cuando te fijas en el entorno y coexistes con la naturaleza y la respetas, todos los signos te dicen si haces bien o no las cosas. En el Congo (antiguo Zaire), los pigmeos de la selva de Ituri se van moviendo por la selva en grupos pequeños. No suelen alargar su estancia en una misma zona más allá de 6 meses seguidos. Y coincide con unas cuantas cosas:
. Las hojas de palma con las que construyen sus cabañas, duran entre 3 y 6 meses sin estropearse con la humedad de la selva. Mantenerse más tiempo, les provoca enfermedades.
. La caza y la pesca se van agotando en la zona.
. La capacidad del entorno de absorber los residuos orgánicos, tanto en los ríos como en la selva, es limitada. La naturaleza necesita tiempo para regenerarse.
. Pues bien, los pigmeos que no cumplían con sus tradiciones y se mantenían mucho tiempo en el mismo lugar para poder encontrarse con los turistas, enfermaban clarísimamente. La naturaleza tiene unas leyes que debemos respetar. Pero, la mayor parte de nosotros, ya no sabe ni cuales eran.

- Los animales no pretenden alterar lo que la naturaleza les da. Como máximo, contribuyen a la selección natural de lo que les gusta más. El hombre, en cambio, hace alteraciones, aísla componentes de los alimentos y crea "Frankensteins" de consecuencias imprevisibles, con la excusa de que "perfecciona" lo que la naturaleza hace. Ningún elemento natural completo se encuentra con "resistencias" de virus y bacterias. [Los fabricantes nos hacen creer que los elementos que aíslan son mejores para nuestra salud, cuando sólo son mejores para su bolsillo].

- En la naturaleza, los alimentos están balanceados. Si un alimento no favorece consumirlo en demasiada cantidad, es que no nos conviene comer demasiado.

- Los animales obtienen los minerales y las vitaminas de los alimentos que los contienen."Enriquecer" alimentos con vitaminas y minerales es nefasto. Hay que comer alimentos en su estado natural y en la cantidad adecuada. La miel es maravillosa pero, como todos los elementos naturales, puede llegar a ser perjudicial en exceso. Como ya decía Paracelso: "Todo es veneno. No hay nada que no sea veneno. Sólo la dosis hace el veneno.". Incluso, el oxígeno, el agua, los minerales, las vitaminas y el sol, elementos imprescindibles para la vida, pueden llegar a ser venenos, tomados en exceso. Muchos naturópatas (que no naturistas) defienden que los componentes naturales (vitaminas, minerales) que hay en los complementos nutricionales no pueden hacer daño. Y eso es falso. Ser naturista implica respetar al máximo la naturaleza y ser muy consciente de que "suplementar" cualquier elemento debe estar plenamente justificado y cuidadosamente vigilado. Hay miles de investigaciones que demuestran los perjuicios de tomar demasiado hierro, calcio, vitamina D, ... Nunca puedes tomar demasiado si lo haces con los alimentos que los contienen. En cambio, aislados por los laboratorios, sí pueden llegar a ser perjudiciales en muchos casos.

- La forma en que el hombre explota los recursos naturales más allá de lo que la naturaleza soporta se puede ver muy fácilmente si seguimos un poco el circuito de alimentos básicos:
. Para sacar el máximo provecho económico de las cosechas, se mantienen cultivos indefinidamente en un mismo campo. No se deja descansar la tierra, no se alternan cultivos que permiten complementar los nutrientes de la tierra y no se respetan los tiempos que marca la naturaleza. Para que esto no "estorbe" sus objetivos, los humanos nos dedicamos a alterar genéticamente los cultivos, atacamos a los "bichos" que se generan de forma natural cuando no respetamos el ritmo de la naturaleza y eliminamos con herbicidas las "malas hierbas" que se generan. Curiosamente, la naturaleza siempre compensa con las mal llamadas "malas hierbas" las carencias del suelo. Si miráis las hierbas que se generan, sabréis qué le falta a la tierra.
Huelga decir que el grado de envenenamiento de los productos que se obtienen con esta estrategia es terrorífico. Aunque hay que distinguir estos grados. En un extremo tenemos los cultivos de cereales transgénicos, seguidos por los no transgénicos (pero con fertilizantes y herbicidas), les sigue la agricultura convencional "moderna", luego los productos ecológicos (pero, normalmente, con tierras sobreexplotadas o sin nutrientes) y, como única auténticamente sana, la agricultura tradicional, respetuosa con la naturaleza y, por supuesto, profundamente ecológica.
. Estos alimentos citados, no sólo envenenan a los humanos. También afectan a los animales de los que nos alimentamos. Me ahorraré las descripciones macabras del sacrificio "en serie" de los animales. Pero no olvidaré que, para obtener ganancias económicas y "eficiencia", los masificamos en explotaciones industriales, en ambientes cerrados, en lugar de al aire libre, los envenenamos con medicamentos contra las enfermedades que la vida antinatural les provoca y ayudan a provocarles otras enfermedades inflamatorias o diabetes que los hacen más grasos y con más peso en la báscula.
Si nos fijamos en la ganadería de hace 100 años, se tenían tantos animales como la tierra podía soportar. No más. Esto quería decir que las gallinas que podías tener en un cercado dependían de los gusanos que podían encontrar o los restos de la huerta que podían comer. Las gallinas (ni el resto de animales) no están hechas para comer grano y cereales más que en cantidades muy pequeñas y ocasionales (como los humanos). Y, como el resto de animales, necesitan su espacio, moverse para buscar la comida, funcionar con el ciclo solar y respirar aire puro y que les dé el sol.
Hoy en día, incluso los animales "ecológicos", son alimentados en gran parte con cereales en exceso que los hacen animales enfermos. Claro que, en comparación con los animales envenenados de la ganadería actual, son lo mejor que podemos obtener. Porque, encontrar hoy en día vacas alimentadas sólo con pasto natural y con heno en los meses invernales parece casi ciencia ficción [Quien conozca algún caso, por favor, que me avise] ..

Y no debemos olvidar, junto a los males del cuerpo, que también hay que curar los males de la mente y los del alma. Al final, después de tantos años de mentiras interesadas, hemos olvidado cómo vivir respetando la naturaleza (incluida la nuestra). Y, para ayudaros a recuperar la salud, mi trabajo es orientaros y recordaros quienes somos. A esto, algunos lo llaman "coach" vital. Yo prefiero terapeuta naturista de cabecera.